committed to historic Baptist & Reformed beliefs

 

history

documents

library

biography

 

 

La Confesi? de Fe de New Hamphire

Redactada por J. Newton Brown, D.D. - 1833

  1. Las Escrituras. Creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados, y que es tesoro perfecto de instrucci? celestial[1]; que tiene a Dios por autor, por objeto la salvaci? [2], y por contenido la verdad sin mezcla alguna de error[3], que revela los principios seg? los cuales Dios nos juzgar?4]; siendo por lo mismo, y habiendo de serlo hasta la consumaci? de los siglos, centro verdadero de la uni? cristiana[5], y norma suprema a la cual debe sujetarse todo juicio que se forme de la conducta, las creencias y las opiniones humanas[6].
  2. El Dios Verdadero. Creemos que hay un solo Dios viviente y verdadero, infinito, Esp?itu inteligente, cuyo nombre es Jehov? Hacedor y Arbitro Supremo del cielo y de la tierra[7], indeciblemente glorioso en santidad[8]; merecedor de toda la honra confianza y amor posibles[9]; que en la unidad de la divinidad existen tres personas, el Padre, el Hijo, y el Esp?itu Santo [10] iguales estos en perfecci? divina desempe?n oficios distintos[11], pero que armonizan en la grande obra de la redenci?[12].
  3. . La Ca?a del Hombre. Creemos que el hombre fue creado en santidad, sujeto a la ley de su Hacedor[13]; pero que por la transgresi? voluntaria, cay?de aquel estado santo y feliz[14]; por cuya causa todo el g?ero humano es ahora pecador[15], no por fuerza sino por su voluntad[16]; hall?dose por naturaleza enteramente desprovisto de la santidad que requiere la ley de Dios, positivamente inclinado a lo malo, y por lo mismo bajo justa condenaci? a ruina eterna[17], sin defensa ni disculpa que lo valga[18].
  4. El Camino de Salvaci?. Creemos que la salvaci? de los pecadores es puramente por gracia[19]; en virtud de la mediaci? del Hijo de Dios[20]; quien cumpliendo la voluntad del Padre, se hizo hombre, exento empero de pecado[21]; honr?la ley divina con su obediencia personal[22]; y con su muerte, dio plena satisfacci? por nuestro pecados[23]; resucitando despu? de entre los muertos, y desde entonces esta en el trono en los cielos[24]; que re?e en su persona admirabil?ima las simpat?s m? tiernas y las perfecciones divinas, teniendo as?por todos motivos las cualidades que requiere un Salvador id?eo, compasivo, y omnipotente[25].
  5. La Justificaci?. Creemos que el gran bien del evangelio que asegura Cristo [26] a los que en ? tengan fe, es la justificaci?[27]; que esta justificaci? incluye el perd? del pecado[29], y el don de la vida eterna de acuerdo con los principios de la justicia; que la imparte exclusivamente mediante la fe en su sangre[30], y no por consideraci? de ninguna obra de justicia que hagamos; imput?donos Dios gratuitamente su justicia perfecta por virtud de esa fe[31]; que nos introduce a un estado altamente bienaventurado de paz y favor con Dios, y hace nuestros ahora y para siempre todos los dem? bienes que hubi?amos menester[32].
  6. Car?ter Gratuito de la Salvaci?. Creemos que los beneficios del evangelio se ofrecen libremente a todos [33]; que es deber de todos aceptarlos inmediatamente con fe cordial, penitente y obediente [34]; y que el ?ico obst?ulo para la salvaci? del peor pecador de la tierra es la depravaci? innata y voluntaria de este, y su rechazo del evangelio [35]; repulsa que agrava su condenaci? [36].
  7. La Gracia en la Regeneraci?. Creemos que para ser salvo el pecador debe ser regenerado o nacer de nuevo[37]; que la regeneraci? consiste en dar a la mente una disposici? hacia la santidad[38]; que se efect? por el poder del Esp?itu Santo en conexi? con la verdad divina[39], en forma que excede a la comprensi? humana, a fin de asegurar nuestra obediencia voluntaria al evangelio[40]; y que la evidencia adecuada se manifiesta en los frutos santos de arrepentimiento, fe, y novedad de vida[41].
  8. El Arrepentimiento y la Fe. Creemos que el arrepentimiento y la fe son deberes sagrados y gracias inseparables labradas en el alma por el Esp?itu regenerador de Dios[42]; por cuanto convencidos profundamente de nuestra culpa, de nuestro peligro e impotencia, y a la vez del camino de salvaci? en Cristo[43], nos volvemos hacia Dios sinceramente contritos, confes?donos con ? e implorando misericordia[44]; cordialmente reconociendo, a la vez, al Se?r Jesucristo por profeta, sacerdote y rey nuestro en quien exclusivamente confiamos como Salvador ?ico y omnipotente[45].
  9. El Arrepentimiento y la Fe. Creemos que el arrepentimiento y la fe son deberes sagrados y gracias inseparables labradas en el alma por el Esp?itu regenerador de Dios[42]; por cuanto convencidos profundamente de nuestra culpa, de nuestro peligro e impotencia, y a la vez del camino de salvaci? en Cristo[43], nos volvemos hacia Dios sinceramente contritos, confes?donos con ? e implorando misericordia[44]; cordialmente reconociendo, a la vez, al Se?r Jesucristo por profeta, sacerdote y rey nuestro en quien exclusivamente confiamos como Salvador ?ico y omnipotente[45].
  10. Nuestra santificaci?. Creemos que la santificaci? es un proceso mediante el cual de acuerdo con la voluntad de Dios se nos hace part?ipes de su santidad[54]; que es obra progresiva[55]; que principia con la regeneraci?[56]; que la desarrolla en el coraz? del creyente por la presencia y poder del Esp?itu Santo, Sellador y Consolador en el uso continuo de los medios se?lados, sobre todo la Palabra de Dios, y tambi? el examen personal, la abnegaci?, la vigilancia y la oraci?[57].
  11. La perseverancia de los Santos. Creemos que s?o los creyentes verdaderos permanecen hasta el fin [58]; que su lealtad perseverante a Cristo es la mejor se?l que los distingue de los que hacen profesi? superficial [59]; que una providencia especial vigila por su bien [60]; y que son custodiados por el poder de Dios para la salvaci? mediante la fe [61].
  12. Armon? entre la Ley y el Evangelio. Creemos que la ley de Dios es la norma eterna e invariable de su gobierno[62]; que es santa, justa, y buena[63]; que la ?ica causa de incapacidad que las Escrituras atribuyen al hombre ca?o para no cumplirlas es su amor al pecado[64]; que uno de los grandes fines del evangelio y tambi? uno de los medios de gracia para el establecimiento de la iglesia visible  es libertarnos de ? y restituirnos mediante un Intercesor a la obediencia de la santa ley[65].
  13. De la Iglesia del Evangelio. Creemos que una iglesia visible de Cristo es una congregaci? de fieles bautizados[66]; asociados mediante pacto en la fe y la comuni? del evangelio[67]; la cual practica las ordenanzas de Cristo[68]; es gobernada por Sus leyes[69]; y ejerce los dones, derechos y privilegios que a ella otorga Su palabra[70]; y cuyos oficiales b?licos son el pastor, u obispo, y los di?onos[71]; estando definidos los requisitos, derechos y obligaciones de estos oficiales en las ep?tolas de Pablo a Timoteo y a Tito.
  14. El Bautismo y la Cena del Se?r. Creemos que el bautismo cristiano es la inmersi? en agua, del que tenga fe en Cristo[72]; hecha en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp?itu Santo[73]; a fin de proclamar, mediante bello emblema solemne, esta fe en el Salvador crucificado, sepultado y resucitado, y tambi? el efecto de la misma fe, a saber, nuestra muerte al pecado y resurrecci? a una vida nueva[74]; y que el bautismo es requisito previo a los privilegios de la relaci? con la iglesia y a la participaci? en la Cena del Se?r[75], en la cual los miembros de la iglesia por el uso sagrado del pan y el vino conmemoran juntos el amor por el que muere Jesucristo[76]; precedido siempre de un examen personal serio del participante[77].
  15. El D? del Se?r. Creemos que el primer d? de la semana es el D? del Se?r. o sea el reposo  cristiano[78]; que debe ser consagrado a fines religiosos[79], absteni?dose el cristiano de todo trabajo secular y recreaci? pecaminosa[80]; vali?dose con devoci? de todos los medios de gracia privados[81], y p?licos[82]; y prepar?dose para el descanso que le queda al pueblo de Dios[83].
  16. El Gobierno Civil. Creemos que el gobierno civil existe por disposici? divina para los intereses y buen orden de la sociedad humana [84]; y que debemos orar por los magistrados honr?dolos en conciencia, y obedeci?doles [85]; salvo en cosas que sean opuestas a la voluntad de nuestro Se?r Jesucristo [86], ?ico due? de la conciencia, y pr?cipe de los reyes de la tierra [87].
  17. El Justo y el Malo. Creemos que hay una diferencia radical y de esencia entre el justo y el malo [88]; y que s?o por medio de la fe son justificados en el nombre de nuestro Se?r Jesucristo, y santificados por el Esp?itu de nuestro Dios los justos que son de Su estimaci? [89]; todo aquel que sigue impenitente e incr?ulo es malo a Sus ojos y contin? dentro de la maldici? [90]; tal distinci? es tan real en la vida actual del hombre como despu? de la muerte [91].
  18. El Mundo Venidero. Creemos que se acerca el fin del mundo[92]; que en el d? postrero Cristo descender?del cielo[93], y levantar?los muertos del sepulcro para que reciban su retribuci? final[94]; que entonces se verificar?una separaci? solemne[95]; que los imp?s ser? sentenciados al castigo eterno, y los justos al gozo sin fin[96]; y que este juicio determinar?para siempre, sobre los principios de justicia, el estado final de los hombres en el cielo, o en el infierno[97].

 

Referencias:

1.  II Tim. 3:16-17; II Ped 1:21; I Sam 23:2; Hech 1:16; 3:21; Juan 10:35; Lucas 16:29-31; Salm 119:11; Rom 3:1-2

2.  II Tim. 3:15; I Ped. 1:10-12; Hech. 11:14; Rom 1:16; Marcos 16:16; Juan 5:38-39

3.  Prov. 30:5-6; Juan 17:17; Apoc. 22:18-19; Rom 3:4

4.  Rom. 2:12; Juan 12:47-48; I Cor. 4:3-4; Luc. 10:10-16; 12:47-48

5.  Filip. 3:16; Efes. 4:3-6; Filip. 2:1-2; I Cor. 1:10; I Ped. 4:11

6.  I Juan 4:1; Isa. 8:20; I Tes. 5:21; II Cor. 8:5; Hech. 17:11; I Juan 4:6; Judas 3:5; Efes. 6:17; Salm. 119:59-60; Filip. 1:9-11

7.  Juan 4:24; Salm. 147:5; 83:18; Heb. 3:4; Rom. 1:20; Jerem. 10:10

8.  Exodo 15:11; Isa. 6:3; I Ped. 1:15-16; Apoc. 4:6-8

9.  Marcos 12:30; Apoc. 4:11; Mateo 10:37; Jerem. 2:12-13

10.Mateo 29:19; Juan 15:26; I Cor. 12:4-6; I Juan 5:7

11.Juan 10:30; 5:17; 14:23; 17:5-10; Hechos 5:3-4; I Cor. 2:10-11; Filip. 2:5-6

12.Efes. 2:18; II Cor. 13:14; Apoc. 1:4-5; compare con 2, 7

13.G?. 1:27, 31; Ecles. 7:29; Hechos 16:26; G?. 2:16

14.G?. 3:6-24; Rom. 5:12

15.Rom. 5:19; Juan 3:6; Salm. 51:5; Rom. 5:15-19; 8:7

16.Isa?s 53:6; G?. 6:12; Rom. 3:9-18

17.Efesios 2:1-3; Rom. 1:20; 3:19; G?. 3:10; Mat. 20:15

18.Ezeq. 18:19-20; Rom. 1:20; 3:19; G?. 3:22

19.Efesios 2:5; Mat. 18:11; I Juan 4:10; I Cor. 3:5-7; Hechos 15:11

20.Juan 3:16; 1:1-14; Hebr. 4:14; 12:24

21.Filip. 2:6-7; Hebr. 2:9;  14; II Cor. 5:21

22.Isa?s 42:21; Filip. 2:8; G?. 4:4-5; Rom. 3:21

23.Isa?s 53:4-5; Mat. 20:28; Rom. 4:25; 3:21-26; I Juan 4:10; 2:2; I Cor. 15:1-3; Heb. 9:13-15

24.Heb. 1:8; 3; 8:1; Col. 3:1-4

25.Heb. 7:25; Col. 2:9; Heb. 2:18; 7:26; Salm. 89:19; Salm. 14

26.Juan 1:16; Efes. 3:8

27.Hechos 13:39; Isa. 3:11-12; Rom. 8:1

28.Rom. 5:9; Zacar. 13:1; Mat. 9:6; Hech. 10:43

29.Rom. 5:17; Tito 3:5-6; I Ped. 3:7; I Juan 2:25; Rom. 5:21

30.Rom. 4:4-5; 5:21; 6:28; Filip. 3:7-9

31.Rom. 5:19; 3:24-26; 4:23-25; I Juan 2:12

32.Rom. 5:1-3, 11; I Cor. 1:30-31; Mat. 6:33; I Tim. 4:8

33.Isa. 55:1; Apoc. 22:17; Luc. 14:17

34.Rom. 16:26; Marc. 1:15; Rom. 1: 15-17

35.Juan 5:40; Mat. 23:37; Rom. 9:32; Prov. 1:24; Hech. 13:46

36.Juan 3:19; Mat. 11:20; Luc. 19:27; II Tes. 1:8

37.Juan 3:3, 6-7; I Cor. 1:14; Apoc. 8:7-9; 21:27

38.II Cor. 5:17; Ezeq. 36:26; Deut. 30:6; Rom. 2:28-29; 5:5; I Juan 4:7

39.Juan 3:8; 1:13; Santiago 1:16-18; I Cor. 1:30; Filip. 2:13

40.I Ped. 1:22-25; I Juan 5:1; Efes. 4:20-24; Col. 3:9-11

41.Efes. 5:9; Rom. 8:9; G?. 5:16-23; Efes. 3:14-21; Mat. 3:8-10; 7:20; I Juan 5:4-18

42.Marc. 1:15; Hech. 11:18; Efes. 2:8; I Juan 5:1

43.Juan 16:8; Hech. 2:37-38; 16:30-31

44.Luc. 18:13; 15:18-21; Santiago 4:7-10; II Cor. 7:11; Rom. 10:12-13; Salm. 51

45.Rom. 10:9-11; Hech. 3:22-23; Hebr. 4:14; Salm. 2:6; Hebr. 1:8; 8:25; II Tim. 1:12

46.II Tim. 1:8-9; Efes. 1:3-14; I Pedr. 1:1-2; Rom. 11:5-6; Juan 15:15; I Juan 4:19; Oseas 12:9

47.II Tes. 2:13-14; Hech. 13:48; Juan 10:16; Mat. 20:16; Hech. 15:14

48.Exo. 33:18-19; Mat. 20:15; Efes. 1:11; Rom. 9:23-24; Jer. 31:3; Rom. 11:28-29; Sant. 1:1-17-18; II Tim. 1:19; Rom. 11:32-36

49.I Cor. 4:7; 1:26-31; Rom. 3:27; 4:16; Col. 3:12; I Cor. 3:5-7; 15:10; I Ped. 5:10; Hech. 1:24; I Tes. 2:13; I Ped. 2:9; Luc. 18:7; Juan 15:16; Efes. 1:16; I Tes. 2:12

50.II Tim. 2:10; I Cor. 9:22; Rom. 8:28-30; Juan 6:37-40; II Ped. 1:10

51.I Tes. 1:4-10

52.Rom. 8:28-30; Isa. 42:16; Rom. 11:29

53.II Pedr. 1:10-11; Filip. 3:12; Hebr. 6:11

54.I Tes. 4:3; 5:23; II Cor. 7:1; 13:9; Efes. 1:4

55.Prov. 4:18; II Cor. 3:18; Hebr. 6:1; II Pedr. 1:5-8; Filip. 3:12-16

56.Juan 2:29; Rom. 8:5; Juan 3:6; Filip. 1:9:11; Efes. 1:13-14

57.Filip. 2:12-13; Efes. 4:11-12; I Pedr. 2:2; II Pedr. 3:18; II Cor. 3:5; Luc. 11:35; 9:23; Mat. 26:41; Efes. 6:18; 4:30

58.Juan 8:31; I Juan 2:27-28; 3:9; 5:18

59.I Juan 2:19; Juan 13:18; Mat. 13:20-21; Juan 6:66-69; Job. 17:9

60.Rom. 8:28; Mat. 6:30-33; Jer. 32:40; Salm. 121:3; 91:11-12

61.Filip. 1:6; 2:12-13; Judas 24-25; Hebr. 1:14; II Rey. 6:16; Hebr. 13:5; I Juan 4:4

62.Rom. 3:31; Mat. 5:17; Luc. 16:17; Rom. 3:20; 4:15

63.Rom. 7:12, 7, 14, 22; G?. 3:21; Salm. 119

64.Rom. 8:7-8; Josu? 24:19; Jer. 13:23; Juan 6:44; 5:44

65.Rom. 8:2, 4; 10:4; 1 Tim. 1:5; Heb. 8:10; Judaa20-21; Heb. 12:14; Mat. 16:17-18; I Cor. 12:28

66.I Cor. 1:1-13; Mat. 18:17; Hech. 5:11; 8:1; 11:31; I Cor. 4:17; 14:23; III Juan 9; I Tim. 3:5

67.Hech.2:41-42; II Cor. 8:5; Hech. 2:47; I Cor. 5:12-13

68.I Cor. 11:2; II Tes. 3:6; Rom. 16:17-20; I Cor. 11:23; Mat. 18:15-20; I Cor 5:6; II Cor. 2:7; I Cor. 4:17

69.Mat. 28:20; Juan 14:15; 15:12; I Juan 4:21; Juan 14:21; I Tes. 4.2; II Juan 6; Gal. 6:2; todas las ep?tolas

70.Efe. 4:7; I Cor. 14:12; Filip. 1:27; I Cor. 12:14

71.Filip. 1:1; Hech. 14:23; 15:22; I Tim. 3; Tito 1

72.Hech. 8:36-39; Mat. 3:5-6; Juan 3:22-23; 4:1-2; Mat. 28:19; Marc. 16:16; Hech. 2:38; 8:12; 16:32-34; 18:8

73.Mat. 28:19; Hech. 10:47-48; G?. 3:27-28

74.Rom. 6:4; Col. 2:12; I Ped. 3:20-21; Hech. 22:16

75.Hech. 2:41-42; Mat. 28:19-20; Hechos y las Esp?tolas

76.I Cor. 11:26; Mat. 26:26-29; Marc. 14:22-25; Luc. 22:14-20

77.I Cor. 11:28; 5:1, 8; 10:3-32; 11:17-32; Juan 6:26-71

78.Hech. 20:7; G?. 2:3; Col. 2:16-17; Marc. 2:27; Juan 20:19; I Cor. 16:1- 2

79.Exod. 20:8; Apoc. 1:10; Salm. 118:24

80.Isa. 58:13-14; 56:2-8

81.Salm. 119:15

82.Heb. 10:24-25; Hech. 11:26; 13:44; Lev. 19:30; Exod. 46:3; Luc. 4:16; Hech. 17:2, 3; Salm. 26:8; 87:3

83.Heb. 4:3-11

84.Rom. 13:1-7; Deut. 16:18; I Sam. 23:3; Exod. 18:23; Jer. 30:21

85.Mat. 22:21; Tito 3:1; I Ped. 2:13; I Tim. 2:1-8

86.Hech. 5:29; Mat. 10:28; Dan. 3:15-18; 6:7-10; Hech. 4:18-20

87.Mat. 23:10; Rom. 14:4; Apoc. 19:16; Salm. 72:11; Salm. 2; Rom. 14:9-13

88.Mal. 3:18; Prov. 12:26; Isa. 5:20; Gen. 18:23; Jer. 15:19; Hech. 10:34- 35; Rom. 6:16

89.Rom. 1:17; 7:6; I Juan 2:29; 3:7; Rom. 6:18, 22; I Cor. 11:32; Prov. 11:31; I Ped. 4:17-18

90.I Juan 5:19; G?. 3:10; Juan 3:36; Isa. 57:21; Salm. 10:4; Isa 55:6-7

91.Prov. 14:32; Luc. 16:25; Juan 8:21-24; Prov. 10:24; Luc. 12:4-5; 9:23- 26; Juan 12:25-26; Ecl. 3:17; Mat. 7:13-14

92.1 Ped. 4:7; I Cor. 7:29-31; Heb. 1:10-12; Mat. 24:35; 1 Juan 2:17; Mat. 28:20; 13:39-40; II Ped. 3:3-13

93.Hech. 1:11; Apoc. 1:7; Heb. 9:28; Hech. 3:21; I Tes. 4:13-18; 5:1-11

94.Hech. 24:15; I Cor. 15:12-59; Luc. 14:14; Dan. 12:2; Juan 5:28-29; 6:40; 11:25-26; II Tim. 1:10;  Hech. 10:42

95.Mat. 13:49, 37-43; 24:30-31; 25:31-33

96.Mat. 25:35-41; Apoc. 22:11; I Cor. 6:9-10; Marc. 9:43-48; II Ped. 2:9; Judas 7; Filip. 3:19; Rom. 6:32; II Cor. 5:10-11; Juan 4:36; II Cor. 4:1897. Rom. 3:5-6; II Tes. 1:6-12; Heb. 6:1-2; I Cor. 4:5; Hech. 17:31; Rom. 2:2-16; Apoc.. 20:11-12; I Juan 2:28; 4:17

copyright-Alexander (our brother in Costa Rica)

 

 
 
The Reformed Reader Home Page 


Copyright 1999, The Reformed Reader, All Rights Reserved