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El informe de Comit?en la Fe bautista y Mensaje

 

La 1962 sesi? de la Convenci? bautista Del sur, encontr?dose en San Francisco, California, adoptaron el movimiento siguiente.

"Desde el informe del Comit?en la Declaraci? de Fe bautista y Mensaje se adopt?en 1925, ha habido de vez en cuando varias declaraciones qu?ha sido hecho, pero ninguna declaraci? global como que podr? ser ?il en este momento sugerida en Secci? 2 de ese informe, o declaraci? introductoria que podr? usarse como una interpretaci? de la 1925 Declaraci?.

Por consiguiente, " nosotros recomendamos que el presidente de esta Convenci? se pida llamar una reuni? de los hombres que sirven ahora como presidentes de las varias Convenciones estatales que calificar?n como un miembro del comit?de la Convenci? bautista Del sur bajo Estatuto 18 presentar a la Convenci? en la Ciudad de Kansas alguna declaraci? similar que servir?como la informaci? a las iglesias, y qu?puede servir como las pautas a las varias agencias de la Convenci? bautista Del sur. Se entiende que cualquier grupo o individuos pueden acercarse este comit?para ser de servicio. Los gastos de este comit?ser? llevados por la Convenci? el Presupuesto Que opera."

Su comit?constituy?as?pide a la licencia presentar su informe como sigue:

A lo largo de su trabajo su comit?ha estado consciente de la contribuci? hecha por la declaraci? de " La Fe bautista y Mensaje " adoptada por la Convenci? bautista Del sur en 1925. Cita con la aprobaci? su afirmaci? que la Cristiandad es sobrenatural en su origen e historia. Nosotros repudiamos cada teor? de religi? que niega los elementos sobrenaturales en nuestra fe."

Adem?, concurre en la declaraci? introductoria " de la concepci? bautista hist?ica de la naturaleza y funci? de confesiones de fe en nuestra vida religiosa y sectaria.Por consiguiente, " se cita por completo como la parte de este informe a la Convenci?.

  1. " Que ellos constituyen un acuerdo general de opini? de alg? cuerpo bautista, grande o peque?, para la instrucci? general y gu? de nuestras propias personas y otros que involucran esos art?ulos de la fe cristiana que se celebra el m? ciertamente entre nosotros. No se piensa que ellos agregan algo a las condiciones simples de salvaci? revel?en el Nuevo Testamento, el viz., arrepentimiento hacia Dios y fe en Jes? Christ como el Salvador y Se?r.

  2. " Que nosotros no los consideramos como las declaraciones completas de nuestra fe, mientras teniendo cualquier calidad de finalidad o infalibilidad. Como en el pasado para que en el Baptists futuro ellos debe sostener libre para revisar sus declaraciones de fe como puede parecer cuando quiera a ellos sabio y conveniente a.

  3. " Que cualquier grupo de Baptists, grande o peque? tiene el derecho inherente para incorporarse para ellos y publicar al mundo una confesi? de su fe siempre que ellos puedan pensarlo aconsejable hacer para que.

  4. " Que la sola autoridad para la fe y practica entre Baptists es las Escrituras de los Testamentos Viejos y Nuevos. Las confesiones son s?o gu?s en la interpretaci?, mientras no teniendo la autoridad encima de la conciencia.

  5. " Que ellos son declaraciones de convicciones religiosas, arrastrado de las Escrituras, y no ser?usado para estorbar libertad de pensamiento o investigaci? en otros reinos de vida."

La 1925 Declaraci? recomend?" la Confesi? de New Hampshire de Fe, revisada a ciertos puntos, y con algunos art?ulos adicionales que crecen nuestro de ciertas necesidades. . . ." Su comit?presente ha adoptado el mismo modelo. Ha buscado construir en la estructura de la 1925 Declaraci?, mientras teniendo presente las " ciertas necesidades " de nuestra generaci?. A veces se ha reproducido secciones de la Declaraci? sin el cambio. En otros casos ha sustituido las palabras para la claridad o ha agregado las frases para el ?fasis. A ciertos puntos ha combinado art?ulos, con los cambios menores formulando, al esfuerzo para relacionar ciertas doctrinas a nosotros. En todav? otros-e.g., Dios " y " ha buscado reunir ciertas verdades contenidas a lo largo de la 1925 Declaraci? para relacionarlos m? claramente y concisamente. En ning? caso ha buscado anular de o agregar a los vol?enes b?icos de la 1925 Declaraci?.

Baptists son un personas que profesan una fe viviente. Esta fe est?arraigada y conect?con tierra en Jes? Christ que es " el mismo ayer, y hoy, y para siempre." Por consiguiente, la sola autoridad para la fe y practica entre Baptists es Jes? Christ cuyo testamento se revela en las Escrituras Santas.

Una fe viviente debe experimentar una comprensi? creciente de verdad y debe interpretarse continuamente y debe relacionar a las necesidades de cada nueva generaci?. A lo largo de su historia los cuerpos bautista, grande y peque?, han emitido declaraciones de fe que comprende un acuerdo general de sus creencias. Nunca se han considerado las tales declaraciones como las declaraciones completas, infalibles de fe, ni como credos oficiales que llevan la autoridad obligatoria. As?esta generaci? de Baptists Del sur est?en la sucesi? hist?ica de intento y propone como ? los esfuerzos para declarar para su tiempo y el clima teol?ico esos art?ulos de la fe cristiana que se celebra el m? ciertamente entre nosotros.

Baptists dan ?fasis a la competencia de la alma ante Dios, la libertad en la religi?, y el sacerdocio del creyente. Sin embargo, este ?fasis no debe interpretarse para significar que hay una ausencia de ciertas doctrinas definidas que Baptists creen, acaricie, y con que ellos han sido y han identificado ahora estrechamente.

Es el prop?ito de esta declaraci? de fe y mensaje para partir ciertas ense?nzas que nosotros creemos.

  

Herschel H. Hobbs, Chairman
Howard M. Reaves
Ed. J. Packwood
C. Z. Holland
W. B. Timberlake
C. V. Koons
Malcolm B. Knight
Dick H Hall, Jr.
Charles R. Walker
Walter R. Davis
Garth Pybas
V. C. Kruschwitz
Luther B. Hall
Robert Woodward
Douglas Hudgins
Paul Weber, Jr.
R. A. Long
Nane Starnes
C. Hoge Hockensmith
Hugh R. Bumpas
David G. Anderson
E. Warren Rust
James H. Landes
R. P. Downey

 

I. Las Escrituras

La Biblia Santa era divinamente escrito por hombres inspirados y es el registro de la revelaci? de Dios de ? para tripular. Es un tesoro perfecto de instrucci? divina. Tiene Dios para su autor, la salvaci? para su fin, y verdad, sin cualquier mezcla de error, para su materia. Revela los principios por que Dios nos juzga; y por consiguiente es, y permanecer?al fin del mundo, el verdadero centro de uni? cristiana, y la norma suprema por que deben probarse toda la conducta humana, credos, y las opiniones religiosas. El criterio por que la Biblia ser? interpretada es Jes? Christ.

Ex. 24:4; Deut. 4:1-2; 17:19; Josh. 8:34; Psalm 19:7-10; 119:11, 89, 105, 140; Isa. 34:16; 40:8; Jer. 15:16; 36; Matt. 5:17-18; 22:29; Luke 21:33; 24:44-46; John 5:39; 16:13-15; 17:17; Acts 2:16 ff.; 17:11; Rom. 15:4; 16:25-26; 2 Tim. 3:15-17; Heb. 1:1-2; 4:12; 1 Peter 1:25; 2 Peter 1:19-21.

 

II. Dios

Hay uno y s?o uno viviendo y verdadero Dios. ? es un Ser inteligente, espiritual, y personal, el Creador, Redentor, Preservador, y Gobernante del universo. Dios es infinito en la santidad y todo las otras perfecciones. A ? nosotros debemos el amor m? alto, reverencia, y obediencia. El Dios eterno se revela a nosotros como Padre, el Hijo, y esp?itu santo, con los atributos personales distintos, pero sin la divisi? de naturaleza, ser, o ser.

A. Dios el Padre

Dios como los reinos Padre con el cuidado providencial encima de Su universo, Sus criaturas, y el flujo del arroyo de historia humana seg? los prop?itos de Su gracia. ? es todo poderoso, todo amoroso, y todo el rey magos. Dios es Padre en la verdad a aqu?los que se vuelven ni?s de Dios a trav? de la fe en Jes? Christ. ? es paternal en Su actitud hacia todos los hombres.

Gen. 1:1; 2:7; Ex. 3:14; 6:2-3; 15:11 ff.; 20:1 ff.; Lev. 22:2; Deut. 6:4; 32:6; 1 Chron. 29:10; Psalm 19:1-3; Isa. 43:3, 15; 64:8; Jer. 10:10; 17:13; Matt. 6:9 ff.; 7:11; 23:9; 28:19; Mark 1:9-11; John 4:24; 5:26; 14:6-13; 17:1-8; Acts 1:7; Rom. 8:14-15; 1 Cor. 8:6; Gal. 4:6; Eph. 4:6; Col. 1:15; 1 Tim. 1:17; Heb. 11:6; 12:9; 1 Peter 1:17; 1 John 5:7.

B. Dios el Hijo

Cristo es el Hijo eterno de Dios. En Su encarnaci? como Jes? Christ ? se concibi?del esp?itu santo y nacido de la virgen Mary. Jes? revel?perfectamente e hizo el testamento de Dios, mientras tomando en ? las demandas y necesidades de naturaleza humana e identific?dose completamente todav? con la humanidad sin el pecado. ? honr?la ley divina por Su obediencia personal, y en Su muerte en la cruz ? hizo la provisi? para la redenci? de hombres del pecado. ? se levant?del muerto con un cuerpo glorificado y aparec? a Sus disc?ulos como la persona que estaba con ellos antes de Su crucifixi?. ? ascendi?en el cielo y es ahora exaltado a la mano derecha de Dios d?de ? es el Un Mediador, mientras compartiendo de la naturaleza de Dios y de hombre, y en cuya Persona se efect? la conciliaci? entre Dios y hombre. ? volver?en el poder y se gloriar?juzgar el mundo y consumar Su misi? redentor. ? mora ahora en todos los creyentes como el vivir y en la vida Se?r presente.

Gen. 18:1 ff.; Psalm 2:7 ff.; 110:1 ff.; Isa. 7:14; 53; Matt. 1:18-23; 3:17; 8:29; 11:27; 14:33; 16:16, 27; 17:5; 27; 28:1-6, 19; Mark 1:1; 3:11; Luke 1:35; 4:41; 22:70; 24:46; John 1:1-18, 29; 10:30, 38; 11:25-27; 12:44-50; 14:7- 11; 16:15-16, 28; 17:1-5, 21-22; 20:1-20, 28; Acts 1:9; 2:22- 24; 7:55-56; 9:4-5, 20; Rom. 1:3-4; 3:23-26; 5:6-21; 8:1-3, 34; 10:4; 1 Cor. 1:30; 2:2; 8:6; 15:1-8, 24-28; 2 Cor. 5:19- 21; Gal. 4:4-5; Eph. 1:20; 3:11; 4:7-10; Phil. 2:5-11; Col. 1:13-22; 2:9; 1 Thess. 4:14-18; 1 Tim. 2:5-6; 3:16; Titus 2:13-14; Heb. 1:1-3; 4:14-15; 7:14-28; 9:12-15, 24-28; 12:2; 13:8; 1 Peter 2:21-25; 3:22; 1 John 1:7-9; 3:2; 4:14-15; 5:9; 2 John 7-9; Rev. 1:13-16; 5:9-14; 12:10-11; 13:8; 19:16.

C. Dios el esp?itu santo

El esp?itu santo es el Esp?itu de Dios. ? inspir?los santos varones de viejo escribir las Escrituras. ? les permite a los hombres que entiendan la verdad a trav? de la iluminaci?. ? exalta a Cristo. ? declara culpable de pecado, de rectitud y de juicio. ? llama a los hombres al Salvador, y regeneraci? de efectos. ? cultiva el car?ter cristiano, conforta a los creyentes, y da los regalos espirituales por que ellos sirven Dios a trav? de Su iglesia. ? sella al creyente hacia el d? de ?timo redenci?. Su presencia en el Christian es la convicci? de Dios para traer al creyente en la llenura de la estatura de Cristo. ? ilumina y autoriza el creyente y la iglesia en el culto, evangelizaci?, y servicio.

Gen. 1:2; Judg. 14:6; Job 26:13; Psalm 51:11; 139:7 ff.; Isa. 61:1-3; Joel 2:28-32; Matt. 1:18; 3:16; 4:1; 12:28-32; 28:19; Mark 1:10, 12; Luke 1:35; 4:1, 18-19; 11:13; 12:12; 24:49; John 4:24; 14:16-17, 26; 15:26; 16:7-14; Acts 1:8; 2:1-4, 38; 4:31; 5:3; 6:3; 7:55; 8:17, 39; 10:44; 13:2; 15:28; 16:6; 19:1-6; Rom. 8:9-11, 14-16, 26-27; 1 Cor. 2:10- 14; 3:16; 12:3-11; Gal. 4:6; Eph. 1:13-14; 4:30; 5:18; 1 Thess. 5:19; 1 Tim. 3:16; 4:1; 2 Tim. 1:14; 3:16; Heb. 9:8, 14; 2 Peter 1:21; 1 John 4:13; 5:6-7; Rev. 1:10; 22:17 .

 

III. El hombre

El hombre se cre?por la fuerza mayor especial, en Su propia imagen, y es el trabajo de coronamiento de Su creaci?. Al principio el hombre era inocente de pecado y fue dotado por Su Creador de la libertad de opci?. Por su hombre selecto libre pecado contra Dios y trajo el pecado en la raza humana. A trav? de la tentaci? de Satan? el hombre transgredi?el orden de Dios, y se cay?de su inocencia original; con que su posteridad hereda una naturaleza y un ambiente inclin?hacia el pecado, y en cuanto ellos sean capaces de acci? moral se vuelta los transgresores y est? bajo la condenaci?. S?o la gracia de Dios puede traer al hombre en Su compa?rismo santo y puede permitirle al hombre que cumpla el prop?ito creativo de Dios. La santidad de personalidad humana es evidente en ese Dios cre?al hombre en Su propia imagen, y en ese Cristo se muri?para el hombre; por consiguiente cada hombre posee la dignidad y es digno de respeto y Christian el amor.

Gen. 1:26-30; 2:5, 7, 18-22; 3; 9:6; Psalm 1; 8:3-6; 32:1-5; 51:5; Isa. 6:5; Jer. 17:5; Matt. 16:26; Acts 17:26- 31; Rom. 1:19-32; 3:10-18, 23; 5:6, 12, 19; 6:6; 7:14-25; 8:14-18, 29; 1 Cor. 1:21-31; 15:19, 21-22; Eph. 2:1-22; Col. 1:21-22; 3:9-11.

 

IV. La salvaci?

La salvaci? involucra a la redenci? o el hombre entero, y se ofrece libremente a todos que aceptan a Jes? Christ como Se?r y Salvador que por la redenci? eterna obtenida de Su propia sangre para el creyente. En su salvaci? del sentido m? ancha incluye regeneraci?, santificaci?, y glorificaci?. La Regeneraci? de A., o el nuevo nacimiento, es con que un trabajo de la gracia de Dios creyentes se vueltos las nuevas criaturas en Cristo Jesus. Es un cambio de coraz? forjado por el esp?itu santo a trav? de la convicci? de pecado a que el pecador responde en el arrepentimiento hacia Dios y fe en el Se?r Jesucristo. El arrepentimiento y fe son experiencias inseparables de gracia. El arrepentimiento es un volvi?dose genuino del pecado hacia Dios. La fe es la aceptaci? de Jes? Christ y compromiso de la personalidad entera a ? como Se?r y Salvador. La justificaci? es el descargo cort? y lleno de Dios en los principios de Su rectitud de todos los pecadores que se arrepienten y creen en Cristo. La justificaci? trae a la creyente en una relaci? de paz y favorece con Dios. La Santificaci? de B. es la experiencia, mientras empezando en regeneraci? por que el creyente es fijo aparte a los prop?itos de Dios, y se permite progresar hacia la perfecci? moral y espiritual a trav? de la presencia y poder del esp?itu santo que mora en ?. El crecimiento en la gracia debe continuar a lo largo de la vida de la persona regenerada. La Glorificaci? de C. es la culminaci? de salvaci? y es el examen final bendecido y estado permanente de los reembolsamos.

Gen. 3:15; Ex. 3:14-17; 6:2-8; Matt. 1:21; 4:17; 16:21- 26; 27:22 to 28:6; Luke 1:68-69; 2:28-32; John 1:11-14, 29; 3:3-21, 36; 5:24; 10:9, 28-29; 15:1-16; 17:17; Acts 2:21; 4:12; 15:11; 16:30-31; 17:30-31; 20:32; Rom. 1:16-18; 2:4; 3:23-25; 4:3 ff.; 5:8-10; 6:1-23; 8:1-18, 29-39; 10:9-10, 13; 13:11-14; 1 Cor. 1:18, 30; 6:19-20; 15:10; 2 Cor. 5:17- 20; Gal. 2:20; 3:13; 5:22-25; 6:15; Eph. 1:7; 2:8-22; 4:11- 16; Phil. 2:12-13; Col. 1:9-22; 3:1 ff.; 1 Thess. 5:23-24; 2 Tim. 1:12; Titus 2:11-14; Heb. 2:1-3; 5:8-9; 9:24-28; 11:1 to 12:8; 14; James 2:14-26; 1 Peter 1:2-23; 1 John 1:6 to 2:11; Rev. 3:20; 21:1 to 22:5.

 

V. Dios de Gracia

La elecci? es el prop?ito cort? de Dios seg? que ? regenera, santifica, y glorifica a los pecadores. Es consistente con la agencia libre de hombre, y comprende todos los medios en relaci? con el fin. Es un despliegue glorioso del soberano de Dios la bondad, y es infinitamente sabio, santo, e invariable. Excluye la jactancia y promueve la humildad. Todos los verdaderos creyentes soportan al fin. Aqu?los quienes Dios ha aceptado en Cristo, y santific?por Su Esp?itu, nunca se caer?fuera del Estado de gracia, pero perseverar?al fin. Los creyentes pueden entrar en el pecado a trav? del abandono y tentaci?, con que ellos afligen el Esp?itu, da? sus gracias y consuelos, traiga el reproche en la causa de Cristo, y juicios temporales en ellos, todav? ellos se guardar? por el poder de Dios a trav? de la fe hacia la salvaci?.

Gen. 12:1-3; Ex. 19:5-8; 1 Sam. 8:4-7, 19-22; Isa. 5:1-7; Jer. 31:31 ff.; Matt. 16:18-19; 21:28-45; 24:22, 31; 25:34; Luke 1:68-79; 2:29-32; 19:41-44; 24:44-48; John 1:12-14; 3:16; 5:24; 6:44-45, 65; 10:27-29; 15:16; 17:6, 12, 17-18; Acts 20:32; Rom. 5:9-10; 8:28-39; 10:12-15; 11:5-7, 26-36; 1 Cor. 1:1-2; 15:24-28; Eph. 1:4-23; 2:1-10; 3:1-11; Col. 1:12-14; 2 Thess. 2:13-14; 2 Tim. 1:12; 2:10, 19; Heb. 11:39 to 12:2; 1 Peter 1:2-5, 13; 2:4-10; 1 John 1:7-9; 2:19; 3:2.

 

VI. La Iglesia

Una Nueva iglesia del Testamento del Se?r Jesucristo es un cuerpo local de creyentes bautizados que son asociado por el convenio en la fe y compa?rismo del evangelio, mientras observando las dos ordenanzas de Cristo, comprometido a Sus ense?nzas, mientras ejerciendo los regalos, derechos, y privilegios invertidos en ellos por Su Palabra, y buscando extender el evangelio a los fines de la tierra. Esta iglesia es un cuerpo aut?omo, mientras operando a trav? de los procesos democr?icos bajo el Se?r? de Jes? Christ. En tal un miembros de congregaci? es igualmente responsable. Sus funcionarios Escrito son pastores y di?onos. El Nuevo Testamento tambi? habla de la iglesia como el cuerpo de Cristo que incluye todos el reembols?de todo las edades.

Matt. 16:15-19; 18:15-20; Acts 2:41-42, 47; 5:11-14; 6:3-6; 13:1-3; 14:23, 27; 15:1-30; 16:5; 20:28; Rom. 1:7; 1 Cor. 1:2; 3:16; 5:4-5; 7:17; 9:13-14; 12; Eph. 1:22-23; 2:19-22; 3:8-11, 21; 5:22-32; Phil. 1:1; Col. 1:18; 1 Tim. 3:1-15; 4:14; 1 Peter 5:1-4; Rev. 2-3; 21:2-3.

 

VII. El bautismo y la Cena del Se?r

El bautismo cristiano es la inmersi? de un creyente en el agua en el nombre del Padre, el Hijo, y el esp?itu santo. Es un acto de obediencia que simboliza la fe del creyente en un crucific? enterr? y subido el Salvador, la muerte del creyente para pecar, el entierro de la vieja vida, y la resurrecci? para caminar en la novedad de vida en Cristo Jesus. Es un testimonio a su fe en la ?timo resurrecci? del muerto. Siendo una ordenanza de la iglesia, es el requisito previo a los privilegios de n?ero de miembros de la iglesia y a la Cena del Se?r. La Cena del Se?r es con que un acto simb?ico de obediencia que los miembros de la iglesia, a trav? de compartir del pan y la fruta de la vid, conmemoran la muerte del Redentor y se anticipan Su segunda venida.

Matt. 3:13-17; 26:26-30; 28:19-20; Mark 1:9-11; 14:22-26; Luke 3:21-22; 22:19-20; John 3:23; Acts 2:41-42; 8:35-39; 16:30-33; Acts 20:7; Rom. 6:3-5; 1 Cor. 10:16, 21; 11:23-29; Col. 2:12.

 

VIII. El D? del Se?r

El primer d? de la semana es el D? del Se?r. Es una instituci? cristiana para la observancia regular. Conmemora la resurrecci? de Cristo del muerto y debe emplearse en los ejercicios de culto y la devoci? espiritual, p?lico y privado, y refrenando de los entretenimientos mundanos, y descansando de empleo secular, trabaje por necesidad y misericordia que s?o se except?.

Ex. 20:8-11; Matt. 12:1-12; 28:1 ff.; Mark 2:27-28; 16:1- 7; Luke 24:1-3, 33-36; John 4:21-24; 20:1, 19-28; Acts 20:7; 1 Cor. 16:1-2; Col. 2:16; 3:16; Rev. 1:10.

 

IX. El Reino

El Reino de Dios incluye ambos Su soberan? general encima del universo y Su majestad particular encima de hombres que intencionalmente lo reconocen como el Rey. Particularmente el Reino es el reino de salvaci? en que los hombres entran por el compromiso confiado, infantil a Jes? Christ. Christians debe orar y para laborar que el Reino puede venir y el testamento de Dios se haga en la tierra. La consumaci? llena del Reino espera el retorno de Jes? Christ y el fin de esta edad.

Gen. 1:1; Isa. 9:6-7; Jer. 23:5-6; Matt. 3:2; 4:8-10, 23; 12:25-28; 13:1-52; 25:31-46; 26:29; Mark 1:14-15; 9:1; Luke 4:43; 8:1; 9:2; 12:31-32; 17:20-21; 23:42; John 3:3; 18:36; Acts 1:6-7; 17:22-31; Rom. 5:17; 8:19; 1 Cor. 15:24-28; Col. 1:13; Heb. 11:10, 16; 12:28; 1 Peter 2:4-10; 4:13; Rev. 1:6, 9; 5:10; 11:15; 21-22.

 

X. ?timas Cosas

Dios, en Su propio tiempo y de Su propia manera, traer?el mundo a su fin apropiado. Seg? Su promesa, Jes? Christ devolver? personalmente y visiblemente en la gloria a la tierra; el testamento muerto ? levant? y Cristo juzgar?a todos los hombres en la rectitud. El injusto se depositar?al Infierno, el lugar de castigo eterno. El virtuoso en sus cuerpos resucitados y glorificaron su premio recibir?y morar?para siempre en el Cielo con el Se?r.

Isa. 2:4; 11:9; Matt. 16:27; 18:8-9; 19:28; 24:27, 30, 36, 44; 25:31-46; 26:64; Mark 8:38; 9:43-48; Luke 12:40, 48; 16:19-26; 17:22-37; 21:27-28; John 14:1-3; Acts 1:11; 17:31; Rom. 14:10; 1 Cor. 4:5; 15:24-28, 35-58; 2 Cor. 5:10; Phil. 3:20-21; Col. 1:5; 3:4; 1 Thess. 4:14-18; 5:1 ff.; 2 Thess. 1:7 ff.; 2; 1 Tim. 6:14; 2 Tim. 4:1, 8; Titus 2:13; Heb. 9:27-28; James 5:8; 2 Peter 3:7 ff.; 1 John 2:28; 3:2; Jude 14; Rev. 1:18; 3:11; 20 to 22:13.

 

XI. La evangelizaci? y Misiones

Es el deber y privilegio de cada seguidor de Cristo y de cada iglesia del Se?r Jesucristo al esfuerzo para hacer a los disc?ulos de todas las naciones. El nuevo nacimiento del esp?itu de hombre por el esp?itu santo de Dios significa el nacimiento de amor para otros. El esfuerzo misionero por parte de todos los restos as?en una necesidad espiritual de la vida regenerada, y es expresamente y repetidamente ordenado en las ense?nzas de Cristo. Es el deber de cada ni? de Dios para constantemente buscar ganar el perdido a Cristo por el esfuerzo personal y por todos los otros m?odos en la armon? con el evangelio de Cristo.

Gen. 12:1-3; Ex. 19:5-6; Isa. 6:1-8; Matt. 9:37-38; 10:5- 15; 13:18-30, 37-43; 16:19; 22:9-10; 24:14; 28:18-20; Luke 10:1-18; 24:46-53; John 14:11-12; 15:7-8, 16; 17:15; 20:21; Acts 1:8; 2; 8:26-40; 10:42-48; 13:2-3; Rom. 10:13-15; Eph. 3:1-11; 1 Thess. 1:8; 2 Tim. 4:5; Heb. 2:1-3; 11:39 to 12:2; 1 Peter 2:4-10; Rev. 22:17.

 

XII. La educaci?

La causa de educaci? en el Reino de Cristo es la co-ordenada con las causas de misiones y la benevolencia general, y debe recibir a lo largo de con estos el apoyo liberal de las iglesias. Un sistema adecuado de escuelas cristianas es necesario a un programa espiritual completo para las personas de Cristo. En la educaci? cristiana debe haber un equilibrio apropiado entre la libertad de c?edra y la responsabilidad acad?ica. La libertad en cualquier relaci? ordenada de vida humana siempre est?limitada y nunca absoluto. La libertad de un maestro en una escuela cristiana, universidad, o el seminario est?limitado por la superioridad de Jes? Christ, por la naturaleza autoritaria de las Escrituras, y por el prop?ito distinto para que la escuela existe.

Deut. 4:1, 5, 9, 14; 6:1-10; 31:12-13; Neh. 8:1-8; Job 28:28; Psalm 19:7 ff.; 119:11; Prov. 3:13 ff.; 4:1-10; 8:1-7, 11; 15:14; Eccl. 7:19; Matt. 5:2; 7:24 ff.; 28:19-20; Luke 2:40; 1 Cor. 1:18-31; Eph. 4:11-16; Phil. 4:8; Col. 2:3, 8-9; 1 Tim. 1:3-7; 2 Tim. 2:15; 3:14-17; Heb. 5:12 to 6:3; James 1:5; 3:17.

 

XIII. La mayordom?

Dios es la fuente de todas las bendiciones, temporal y espiritual; todos que nosotros tenemos y somos que nosotros debemos a ?. Christians tienen un debtorship espiritual al mundo entero, un fideicomiso santo en el evangelio, y una mayordom? obligatoria en sus posesiones. Ellos est? por consiguiente bajo la obligaci? servirlo con su tiempo, talentos, y las posesiones materiales; y debe reconocer todos ?tos como confiado a ellos usar para la gloria de Dios y por ayudar otros. Seg? las Escrituras, Christians debe contribuir alegremente de sus medios, regularmente, sistem?icamente, proporcionalmente, y liberalmente para el avance de la causa del Redentor en la tierra.

Gen. 14:20; Lev. 27:30-32; Deut. 8:18; Mal. 3:8-12; Matt. 6:1-4, 19-21; 19:21; 23:23; 25:14-29; Luke 12:16-21, 42; 16:1- 13; Acts 2:44-47; 5:1-11; 17:24-25; 20:35; Rom. 6:6-22; 12:1-2; 1 Cor. 4:1-2; 6:19-20; 12; 16:1-4; 2 Cor. 8-9; 12:15; Phil. 4:10-19; 1 Peter 1:18-19.

 

XIV. La cooperaci?

Las personas de Cristo deben, cuando la ocasi? requiere, organice tales asociaciones y convenciones como pueda el mejor la cooperaci? segura por los grandes objetos del Reino de Dios. Las tales organizaciones no tienen la autoridad entre si encima de o encima de las iglesias. Ellos son que los cuerpos voluntarios y asesores dise?ron para sacar, combinan, y dirigen el energies de nuestras personas de la manera m? eficaz. Los miembros de Nuevas iglesias del Testamento deben cooperar entre si con llevando al misionero adelante, los ministerios educativos, y ben?olos para la extensi? del Reino de Cristo. La unidad cristiana en el Nuevo sentido del Testamento es armon? espiritual y la cooperaci? voluntaria por los fines com?es por el varios grupo de las personas de Cristo. La cooperaci? es deseable entre las varias denominaciones cristianas, cuando el fin a ser logrado se es justificado, y cuando la tal cooperaci? involucra ninguna violaci? de conciencia o compromiso de lealtad a Cristo y Su Palabra como revelado en el Nuevo Testamento.

Ex. 17:12; 18:17 ff.; Judg. 7:21; Ezra 1:3-4; 2:68-69; 5:14-15; Neh. 4; 8:1-5; Matt. 10:5-15; 20:1-16; 22:1-10; 28:19-20; Mark 2:3; Luke 10:1 ff.; Acts 1:13-14; 2:1 ff.; 4:31-37; 13:2-3; 15:1-35; 1 Cor. 1:10-17; 3:5-15; 12; 2 Cor. 8-9; Gal. 1:6-10; Eph. 4:1-16; Phil. 1:15-18.

 

XV. El Christian y el Orden Social

Cada Christian est?bajo la obligaci? buscar hacer el testamento de Cristo supremo en su propia vida y en la sociedad humana. Los medios y m?odos usados para la mejora de sociedad y el establecimiento de rectitud entre los hombres pueden ser de verdad y permanentemente ?il s?o cuando ellos est? arraigados en la regeneraci? del individuo por la gracia salvadora de Dios en Cristo Jesus. El Christian debe oponer, en el esp?itu de Cristo, cada formulario de codicia, ego?mo, y vicio. ? debe trabajar para mantener el hu?fano, el necesitado, el viejo, el desvalido, y el enfermo. Cada Christian debe buscar traer industria, gobierno, y sociedad en conjunto bajo la oscilaci? de los principios de rectitud, verdad, y el amor fraternal. Para promover estos fines Christians debe estar listo trabajar con todos los hombres de testamento bueno en cualquier causa buena, mientras siempre siendo cuidadoso actuar en el esp?itu de amor sin componer su lealtad a Cristo y Su verdad.

Ex. 20:3-17; Lev. 6:2-5; Deut. 10:12; 27:17; Psalm 101:5; Mic. 6:8; Zech. 8:16; Matt. 5:13-16, 43-48; 22:36-40; 25:35; Mark 1:29-34; 2:3 ff.; 10:21; Luke 4:18-21; 10:27-37; 20:25; John 15:12; 17:15; Rom. 12; 13; 14; 1 Cor. 5:9-10; 6:1-7; 7:20- 24; 10:23 ff.; 11:1; Gal. 3:26-28; Eph. 6:5-9; Col. 3:12-17; 1 Thess. 3:12; Philemon; James 1:27; 2:8.

 

XVI. Paz y Guerra

Es el deber de Christians para buscar paz con todos los hombres en los principios de rectitud. De acuerdo con el esp?itu y ense?nzas de Cristo ellos deben hacer todos en su poder poner y acabar para guerrear. El verdadero remedio para el esp?itu de guerra es el evangelio de nuestro Se?r. La necesidad suprema del mundo es la aceptaci? de Sus ense?nzas en todos los asuntos de hombres y naciones, y la aplicaci? pr?tica de Su ley de amor.

Isa. 2:4; Matt. 5:9, 38-48; 6:33; 26:52; Luke 22:36, 38; Rom. 12:18-19; 13:1-7; 14:19; Heb. 12:14; James 4:1-2.

 

XVII. Libertad religiosa

Dios solo es Se?r de la conciencia, y ? lo ha dejado libre de las doctrinas y mandos de hombres que son contrario a Su Palabra o no contuvieron en ?. La iglesia y estado deben estar separados. El estado debe a cada protecci? de la iglesia y libertad llena en la persecuci? de sus fines espirituales. Manteniendo la tal libertad ning? grupo eclesi?tico o la denominaci? debe favorecerse por el estado m? de otros. Gobierno civil que se ordena de Dios, es el deber de Christians para no dar contrariamente el thereto de obediencia fiel en todas las cosas al testamento revelado de Dios. La iglesia no debe acudir al poder civil para continuar su trabajo. El evangelio de Cristo contempla los medios espirituales exclusivamente para la persecuci? de sus fines. El estado tiene ning? correcto para imponer las multas para las opiniones religiosas de cualquier amable. El estado tiene ning? correcto para imponer los impuestos para el apoyo de cualquier formulario de religi?. Una iglesia libre en un estado libre es el ideal cristiano, y esto implica el derecho de libre y acceso del unhindered a Dios por parte de todos los hombres, y el derecho para formar y propagar las opiniones en la esfera de religi? sin la interferencia por el poder civil.

Gen. 1:27; 2:7; Matt. 6:6-7, 24; 16:26; 22:21; John 8:36; Acts 4:19-20; Rom. 6:1-2; 13:1-7; Gal. 5:1, 13; Phil. 3:20; 1 Tim. 2:1-2; James 4:12; 1 Peter 2:12-17; 3:11-17; 4:12-19.

 
 
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